Que tópico aquello de que los silencios dicen más que las
palabras. Si alguien llegase a entender cada uno de los míos, sin duda allí me
quedaría, al menos una buena temporada. Es como si de repente crecieras y
dejases de creer en la magia, esperando que en algún momento alguien te fascine
con algún truco bien hecho, y por lo menos te haga recrear de nuevo esa falsa
ilusión.
A veces me prometo a mí misma dejar de leer tanta parrafada
y creer en el fondo de mí que algo de todo eso puede llegar a ser cierto y que
eso de idealizar no es tanta locura. Pero si existen aún personas que les
atraviesan ideas tan descabelladas como las mías, quizás haya un atisbo de
esperanza.
Yo, que siempre he creído saberlo todo, y he jurado ser
capaz de responder a cualquier cuestión que
se enfrente, no sabría describir a veces lo que siento. Igual debería hacer
como Shakespeare, inventar nombres a sentimientos indescriptibles y según el
grado de intensidad.
Sé que aquella vez alguien me retó cuando me preguntó qué
era el amor. Mucha gente obvia el significado, pocas se lo replantean. Yo ese
día me lo pregunté, y no supe que contestar. Se la devolví, y como siempre lo
escupió, como si ya tuviese preparada desde hacía tiempo aquella respuesta. A cada
contestación le habría añadido una larga puntualización, sin embargo callé. Que
tópico aquello de que los silencios dicen más que las palabras.
1º: El amor es emocional, sentimental, la mayor posibilidad
de expresión del arte.
(“Todos los verbos que te haría acaban en –arte”).
2º: El amor debe ser sano, racional, debe mejorar tu
felicidad y aportarte serenidad, estabilidad, confianza y seguridad tanto en ti
misma/o como con tu pareja.
3º: El amor es negativo, es aquel que no te permite ser y
realizarte por ti misma, es necesitar a la otra persona, no para complementarte
y ser más feliz, sino para ser suya/o y perder tu identidad como persona.
No pude negar nada, al igual que tampoco elegiría ninguna de
las tres.
Pero sí supe cómo definir lo que estaba sintiendo desde
hacía unos cuantos meses. Y es simplemente dejar de buscarle una definición o
significado. Definir algo o un sentimiento es limitarte, y yo siempre he odiado
los límites. No quiero pensar que llegaremos a un tope en el que nos
estanquemos y nos quedemos allí para siempre, o que sea el fin de todo. No sé
cuál de las dos ideas me parece más horrible. Quiero interpretarlo todo como
algo diferente, tanto que no se merezca ningún nombre ni etiqueta, pero que a
la vez no deje de ser normal para los demás, porque creo que tú eres diferente
y haces que deje de ser racional. ¿Para qué ser algo si tú y yo ya lo somos
todo?
Así que no diré que esto es amor o cualquier otra cosa, ya
que existen 3 definiciones distintas así como infinitas. Todo es relativo, pero
los sentimientos y los pensamientos… nada podría decirse sobre ellos y que
fuese 100% cierto. Solo diré lo que deseo y es simplemente tocarte y sentir tus
manos a la vez recorriéndome despacio, mirar tus ojos a centímetros de los
míos, conocerte al completo, dejarme llevar por el magnetismo de tu cama cuando
estas dentro de ella, crear zonas X en cualquier rincón del mundo, en cualquier
rincón de cualquier casa, encerrarnos en nuestros propios microuniversos dentro
de nuestros brazos, un hostal, en tu casa, en la mía, frente al Mediterráneo o frente al Atlántico.
Y que me abraces a cualquier temperatura… entonces me reiré del frío, aunque
siga con los pelos de punta.
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