31 oct 2014

Mañana será otro día igual.

Esos días que sabes que pasarán porque "Mañana será otro día", y sin embargo últimamente están sucediendo con una frecuencia de la que nunca antes había sucedido.

Me pregunto cuándo y por dónde se me escaparon las fuerzas.

Esta sensación de sentirme desubicada, desencajada, que nada te complete, de esperar, esperar y que nunca llegue lo que esperas, ver en tu día a día lo que no quieres para tu vida y tan lejos lo que quieres recuperar. No saber cómo compartir tu frustración.

Es sentirse atrapada. Es ansiedad en estado puro. Es no dejar de bañar y limpiar tus ojos. Es seguir viviendo en el pasado mientras que mi presente anda perdido buscando desesperadamente la puerta de salida, que a medida que pasa el tiempo aparece ante mi mucho más difuminada y con menos probabilidades de escape.


11 oct 2014

Un secreto.


Hola, verás... Quería que supieras algunas cosas sobre mi antes de contarte un secreto: Para bien o para mal, soy "algo" diferente a todo lo que te podrás encontrar cualquier día o noche de los próximos días de tu vida.

No es de extrañar que mi propio cuerpo también me pida algo diferente cada vez que amanece, me pide tener algo que hacer, me pide levantarme de la cama, la silla o el sofá y ponerme guapa. O mejor aún, contenta. Me pide, sal a la calle y haz algo interesante, dedícale una mirada a cualquier persona que se cruce por tu camino, estate atenta a los pequeños detalles, observa y sobretodo, escucha ¿Eres consciente de lo que puedes llegar a aprender? No son casualidades las personas que se cruzan contigo día tras día, y a medida que pasa el tiempo me doy más cuenta de ello. Un día un niño, agarrado de la mano de su madre, me dedicó una sonrisa de esas que te iluminan hasta el alma, otro día una niña con Síndrome de Down me regaló una flor sin conocerme de nada, otro día una familia me dijo adiós desde el exterior del tren. Y, ¿Qué quieres que te diga? Esos días fui feliz. Cada detalle cuenta y te brinda una oportunidad, cada nueva experiencia es gratificante, cada nueva persona que conozcas te da un motivo, por insignificante que sea para dedicarle una sonrisa. Aunque tengo que reconocerlo, un día me arrepentí de ser una de aquellas camareras que no cobran su sonrisa con las copas.

Creo que odio aproximadamente al 75% de los hombres de este mundo por no saber valorar una verdadera joya. Conozco personas realmente valiosas porque no necesitan que las amen, por ser felices con lo que tienen. Se tienen a ellas mismas. Me cuesta creer que haya individuos que aún no hayan aprendido a enamorarse a primera vista de las chicas bonitas por dentro.

Yo, sin embargo me fijo en el interior de las ciudades y soy capaz de tener flechazos a primera pisada.
Y te preguntarás: ¿Y cuál es el secreto aquí?.
Pues verás, sólo me pasa en aquellas donde compartimos las mismas pisadas sobre los asfaltos.
Pero esto no debes contárselo a nadie... Al igual que nadie puede descubrir que has conseguido más de lo que piensas desde que escribo cuando me siento feliz, que no quiero que me debas la vida, sino la muerte a la monotonía, que no te necesito para vivir, pero sí a tus labios cerca y una explicación científica que me haga comprender lo que sucede en mi estómago cada vez que te leo(veo) o nos imagino probando todas las camas del mundo, (¿y sí nos ganamos la vida de esa manera?) que eres el único capaz de besarme en la distancia y tocarme por dentro, lo sé cuando me hablas y me llegan fuertes pulsaciones al estómago y al cerebro.
No quiero que suene a amenaza pero, sobretodo, bajo ningún concepto, nadie puede saber que he llegado a un delicado punto en el que ya no sería nada sin tus palabras y tus miradas de curarlo absolutamente todo...
O tendré que matarte a orgasmos.


3 oct 2014

Microuniversos en tus abrazos

Que tópico aquello de que los silencios dicen más que las palabras. Si alguien llegase a entender cada uno de los míos, sin duda allí me quedaría, al menos una buena temporada. Es como si de repente crecieras y dejases de creer en la magia, esperando que en algún momento alguien te fascine con algún truco bien hecho, y por lo menos te haga recrear de nuevo esa falsa ilusión.
A veces me prometo a mí misma dejar de leer tanta parrafada y creer en el fondo de mí que algo de todo eso puede llegar a ser cierto y que eso de idealizar no es tanta locura. Pero si existen aún personas que les atraviesan ideas tan descabelladas como las mías, quizás haya un atisbo de esperanza.
Yo, que siempre he creído saberlo todo, y he jurado ser capaz de responder  a cualquier cuestión que se enfrente, no sabría describir a veces lo que siento. Igual debería hacer como Shakespeare, inventar nombres a sentimientos indescriptibles y según el grado de intensidad.
Sé que aquella vez alguien me retó cuando me preguntó qué era el amor. Mucha gente obvia el significado, pocas se lo replantean. Yo ese día me lo pregunté, y no supe que contestar. Se la devolví, y como siempre lo escupió, como si ya tuviese preparada desde hacía tiempo aquella respuesta. A cada contestación le habría añadido una larga puntualización, sin embargo callé. Que tópico aquello de que los silencios dicen más que las palabras.

1º: El amor es emocional, sentimental, la mayor posibilidad de expresión del arte.
(“Todos los verbos que te haría acaban en –arte”).

2º: El amor debe ser sano, racional, debe mejorar tu felicidad y aportarte serenidad, estabilidad, confianza y seguridad tanto en ti misma/o como con tu pareja.

3º: El amor es negativo, es aquel que no te permite ser y realizarte por ti misma, es necesitar a la otra persona, no para complementarte y ser más feliz, sino para ser suya/o y perder tu identidad como persona.


No pude negar nada, al igual que tampoco elegiría ninguna de las tres.
Pero sí supe cómo definir lo que estaba sintiendo desde hacía unos cuantos meses. Y es simplemente dejar de buscarle una definición o significado. Definir algo o un sentimiento es limitarte, y yo siempre he odiado los límites. No quiero pensar que llegaremos a un tope en el que nos estanquemos y nos quedemos allí para siempre, o que sea el fin de todo. No sé cuál de las dos ideas me parece más horrible. Quiero interpretarlo todo como algo diferente, tanto que no se merezca ningún nombre ni etiqueta, pero que a la vez no deje de ser normal para los demás, porque creo que tú eres diferente y haces que deje de ser racional. ¿Para qué ser algo si tú y yo ya lo somos todo?


Así que no diré que esto es amor o cualquier otra cosa, ya que existen 3 definiciones distintas así como infinitas. Todo es relativo, pero los sentimientos y los pensamientos… nada podría decirse sobre ellos y que fuese 100% cierto. Solo diré lo que deseo y es simplemente tocarte y sentir tus manos a la vez recorriéndome despacio, mirar tus ojos a centímetros de los míos, conocerte al completo, dejarme llevar por el magnetismo de tu cama cuando estas dentro de ella, crear zonas X en cualquier rincón del mundo, en cualquier rincón de cualquier casa, encerrarnos en nuestros propios microuniversos dentro de nuestros brazos, un hostal, en tu casa, en la mía, frente al Mediterráneo o frente al Atlántico. Y que me abraces a cualquier temperatura… entonces me reiré del frío, aunque siga con los pelos de punta.