25 may 2014

Verdades dolorosas.

Llevo algún tiempo riéndome de aquel día, cuando hablaba con la persona mas importante de mi vida y le preguntaba entre sollozos que quién era la persona que merecía la pena hoy en día. Como siempre su respuesta fue la acertada, y lo comprobé por mi misma cuando apareciste tú. Bonita casualidad.

Y ahora es cuando yo miro para otro lado y hago como que no pasó cuando "algo" me dijo : Sigue ese camino, error que en esta noche de domingo me tortura. Una de tantas noches en las que piensas y escuchas canciones tristes de más.
Y esta vez, si tengo que elegir, prefiero que el tiempo no nos ponga a cada uno en su lugar. Reconozco que es egoísta, pero cualquier hecho es justificable si le precede un sentimiento de verdad, porque muchos llevan años intentándolo y aún no saben lo que es, porque sólo yo vi como temblabas, y como el vello de tus brazos se erizaba por tenerme cerca. Y tus manos. Y tus ojos.
Al menos soy fiel a lo que siempre he defendido y defenderé.
Ahora solo quiero que te vayas del todo y para siempre, sin que me olvides, pero lejos. Porque no quiero ser esta versión de mi que has creado, no era consciente de ella hasta que me dolieron increiblemente esas palabras tuyas -"Es que joder, Irene, tu no eres así"- como cuando te dicen una verdad a la cara que te niegas a reconocer. No soporto que mires mis labios de esa manera, no soporto cerrar los ojos, pensar en ti y sentirte tan cerca.


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