Para mi significas sentimiento, significas paz, complicidad, miradas, y claro que sí, amor. Ahí estas, como sí siempre estuviste esperando a que yo llegase para sorprenderme y enseñarme. Y es que fuiste tú la que me enseñó a crecer entre buenos y malos momentos, entre llantos y risas. Me enseñaste a quererme, a concienciarme de que yo era valiosa. Quizás por eso me he vuelto "demasiado" exigente, y en realidad, ese demasiado me encante.
Pero no, sé que a pesar de todo no soy de piedra como algunos dicen, de lo contrario no mojarían estas lagrimas, ni me emocionaría al mirar hacia arriba cada vez que paseo por tus calles. Así que te debo una disculpa: Lo siento por flaquear, por dudar de mi, por dejarme enredar por personas dañinas, porque no es lo que tu me enseñaste a ser.
Y por otra parte, GRACIAS, gracias por secarme, por acogerme siempre en tu frío y por hacerme sentir que vale la pena esperar, vale la pena ser quien soy.
GRANADA.
Dicen que si has amado en ella siempre será tu amor, no intentes olvidarla.
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