29 mar 2014

Si quieres ser feliz... SÉ.

“Eres mi debilidad” me dijo alguien, cuando esperaba serlo simplemente TODO. Me quedé vacía en ese momento, pero luego pensé, qué egoísta, ¿no? ¿Para qué quiero ser todo para una persona con la que ni siquiera yo estoy segura de sí quiero que sea algo en mi futuro?
Prefiero esperar. A raíz de eso me puse a pensar, y finalmente me fui a la cama proponiéndome volver a ser la misma de antes, con nuevos propósitos que cumplir a la mañana siguiente. Porque la felicidad se basa en eso, ¿no? Ocupar tu tiempo en lo que te guste, en plantearte metas y ver como día tras día se van cumpliendo, en tener ilusiones e inventarte otras nuevas, sonreír a la gente, o mas bien a todo el mundo, hasta a los que pienses que no lo merecen, créeme, eso dirá mucho de ti.
Siempre es un buen momento para vivir una nueva experiencia, las nuevas sensaciones ponen los pelos de punta! Y es que pienso que coleccionar momentos es lo que llena verdaderamente. Y… ¿Por qué no? Volver a creer en el amor. Si, aquel que solo parece pasar en las películas, porque tú eres el protagonista de tu propia película, y ya que podemos elegir sobre ella, intentemos que todo salga bien y con final feliz.
Existen momentos en nuestra vida que no volverán a repetirse. Y hablo de los buenos, de los muy buenos. Esos momentos que por alguna razón sucedieron para aprender de ellos, para vivirlos y disfrutarlos al máximo. De nada sirve lamentarse porque pasaron y nunca más volverán a repetirse, a veces es necesario aprender a dejarlos ir y esperar a que vengan otros nuevos. Todo lo nuevo será positivo en tu vida, será algo más que añadir en tu colección de momentos. La clave está exprimirlos al máximo justo en ese preciso momento, no valorarlos una vez que sabemos que no volverán, estaríamos estancados de por vida, con lo bonito que es avanzar y descubrir.
En cuanto a las personas, sé que a veces es difícil, y en gran cantidad de ocasiones actúa el corazón sobre la razón, pero ya que puedes, aprovecha el control que tienes sobre él para protegerlo. Intenta rodearte de gente que te aporte, de la que puedas aprender grandes cosas, y no me refiero a complejos conocimientos, puedes aprender algo bueno prácticamente de cualquier persona, pero siempre siendo algo selectivo y alejándote de aquellas dañinas, que sí, que las hay, y muchas veces demasiado encubiertas.




Tengo que reconocerlo, últimamente me despiste, me cegué y olvidé un poco todo esto, pero nunca es tarde para perdonarse a uno mismo y regalarse otra oportunidad.

23 mar 2014

Salir corriendo

Ya está, llegó el momento que esperaba y que tan conscientes éramos de que tarde o temprano llegaría.
Finalmente elegí salir corriendo y salvarme de ti.
Ganaste, conseguiste lo que querías, así que disfrútalas contigo, pero llévate estas lágrimas y no vuelvas a tocarme la piel.

Granada.

Para mi significas sentimiento, significas paz, complicidad, miradas, y claro que sí, amor. Ahí estas, como sí siempre estuviste esperando a que yo llegase para sorprenderme y enseñarme. Y es que fuiste tú la que me enseñó a crecer entre buenos y malos momentos, entre llantos y risas. Me enseñaste a quererme, a concienciarme de que yo era valiosa. Quizás por eso me he vuelto "demasiado" exigente, y en realidad, ese demasiado me encante.
Pero no, sé que a pesar de todo no soy de piedra como algunos dicen, de lo contrario no mojarían estas lagrimas, ni me emocionaría al mirar hacia arriba cada vez que paseo por tus calles. Así que te debo una disculpa: Lo siento por flaquear, por dudar de mi, por dejarme enredar por personas dañinas, porque no es lo que tu me enseñaste a ser.
Y por otra parte, GRACIAS, gracias por secarme, por acogerme siempre en tu frío y por hacerme sentir que vale la pena esperar, vale la pena ser quien soy.



GRANADA.
Dicen que si has amado en ella siempre será tu amor, no intentes olvidarla.

2 mar 2014

Vello erizado

Noches que acaban torcidas, expectativas que desembocan en fracaso e incomodidad. Contigo nunca se que esperar. No se si me dolerás siempre, ni cuanto tiempo tendrá que pasar para que aquel punto y final por fin tenga su momento. Sabes que desde el principio di por seguro que esto solo seria algo pasajero... y únicamente se estaba alargando un poco más de la cuenta.
Y de repente, lo pienso de nuevo transcurridos unos cuantos errores de por medio, y yo misma me sorprendo de este vértigo. Y es que es verdad, no quiero dejarte ir.
Que jodido, no? Que jodido cuando crees que no sientes, cuando intentas autoconvencerte, y descubres que la realidad es muy diferente.
Jodido cuando te das cuenta de que no eres de piedra, sino de carne, hueso, piel y vello erizado por su roce.
Jodido cuando ya es tarde, ya eres consciente de que estas dentro y te sientes obligada a elegir... ¿Arriesgar por algo que no tuvo sentido desde el primer momento por los motivos que jamás se irán? ¿O abandonar cuando aún no es demasiado tarde para salvarme?

Algún día abriré los ojos y descubriré lo que hiciste conmigo, descubriré como te las has ingeniado siempre para que fuese capaz de llegar a este punto que jamás imaginé que llegaría.