Sé que no debo llorar por tener una vida normal, que a veces se siente impotencia... pero debería ir acostumbrándome.
Que el mundo es más difícil de arreglar que de cambiar.
Que no siempre la gente te tratará como tu les tratarás a ellos sin ningún esfuerzo, que las responsabilidades llegan, que vivir a veces no es lo mas importante y que debes descubrir nuevas sensaciones que te llenen los días... o prepárate para convertirte en zombie.
Pero déjame que despierte poco a poco hacia la realidad sin dejar de emocionarme por cada una de estas cosas absurdas y prometo después ser feliz con lo que tengo... Sólo necesito que vuelvas a recordarme que mi mundo y mi voz interior seguirán aquí hasta mucho después que yo.